LÉON FRÉDERIC (1856-1940)
¿Quién puede sonreír ante un cuadro simbolista? A penas nadie ni casi nunca…sus imágenes suelen sugestionar de inmediato, pero a la vez inquietar sobremanera; las alimentan intenciones un tanto oscuras que brotan directamente de los sueños, espoleados seguramente sus autores, por el genio de Freud que despertaba entonces.
León Fréderic no escapa al estigma. Sus mágicas figuras establecen una relación casi mística con los objetos que les rodean, y estos a su vez son signos de un mundo tan ideal como bizarro. Su puesta en escena contiene elementos de lo más reconocibles, pero en situaciones que bordean ya el surrealismo, escenas sutilmente irracionales, evocadoras de extrañezas cotidianas. Rozan lo cursi y o grotesco, pero se salvan de una caida estrepitosa en el ridículo.
La primera vez que vi el cuadro “the Lake” (sin conocer tampoco el autor) no pude casi creer la fecha de su creación…me pareció de esa modernez venenosa que ahora se lleva (ya saben, ciervos sangrantes acuchillados por tiernos bebés rubitos, osos de peluche medio zombis que atacan a su vez a sus amitos infantes…) la realidad trastocada y un poco "gore" de algunas corrientes actuales, y me gustó mucho su incógnita intención, como el cuadro de la niña que parece asfixiarse en medio de un jardín de flores, su aroma embriagante y letal…
¿Pero sonreír? De eso nada…
¿Quién puede sonreír ante un cuadro simbolista? A penas nadie ni casi nunca…sus imágenes suelen sugestionar de inmediato, pero a la vez inquietar sobremanera; las alimentan intenciones un tanto oscuras que brotan directamente de los sueños, espoleados seguramente sus autores, por el genio de Freud que despertaba entonces.
León Fréderic no escapa al estigma. Sus mágicas figuras establecen una relación casi mística con los objetos que les rodean, y estos a su vez son signos de un mundo tan ideal como bizarro. Su puesta en escena contiene elementos de lo más reconocibles, pero en situaciones que bordean ya el surrealismo, escenas sutilmente irracionales, evocadoras de extrañezas cotidianas. Rozan lo cursi y o grotesco, pero se salvan de una caida estrepitosa en el ridículo.
La primera vez que vi el cuadro “the Lake” (sin conocer tampoco el autor) no pude casi creer la fecha de su creación…me pareció de esa modernez venenosa que ahora se lleva (ya saben, ciervos sangrantes acuchillados por tiernos bebés rubitos, osos de peluche medio zombis que atacan a su vez a sus amitos infantes…) la realidad trastocada y un poco "gore" de algunas corrientes actuales, y me gustó mucho su incógnita intención, como el cuadro de la niña que parece asfixiarse en medio de un jardín de flores, su aroma embriagante y letal…
¿Pero sonreír? De eso nada…
"FRAGANCE" 1894
"THE SOURCE" 1890
"THE LAKE" 1897
5 comentarios:
Sí que resultan algo agobiantes esos cuadros. Me gusta el segundo y eso que entonces creo que no había problemas de baja natalidad en Europa. El tercero me lleva inevitablemente al Guadalquivir, supongo que no hace falta dar más explicaciones.
No le conocía, interesante pintor. Gracias Nanci.
Son raritos...como para no tener puestos en el salón de casa...
Pero me gustan a pesar de todo.
De nada. Y un besazo!
Yo, desde luego, no los pondría en el salón de la mía, creo que elegiría algo descaradamente alegre.
Un besazo, guapa.
Como dices en la contestación a Julio, son raritos Nanci, efectivamente son raritos...
Me gusta el primero, aunque me parece un poco macabro, no sé...
RAQUEL: SOn para mirar en museo, o en una galería, con más gente alrededor, no?
Beso, querida...y cuanto tiempo!!!
EL FUTURO BLOGUERO:Eso que están llenos de niños, y flores, y cisnes...
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