Alexander Calder el escultor (y que también diseñó algunas joyas bárbaras) escogió una musa obtusa hipnóticamente feilla. O mejor, no guapa-estándar, intransferible de rasgos y además muy atractiva: angélica Huston; bella a su modo y manera, que es la mejor. Y aunque la foto es del 76 (el collar de 1940), me sigue ahora pareciendo encantadora, con su cuello masculino de toro bravo, nariz de escultura persa siempre de perfil y unos labios demasiado finamente dibujados pero seductores en mohines firmes, como de dominatrix clemente, en el fondo tierna como una pantera con sus cachorros.

La vi en un episodio de "Medium" hace poco, y vestida como una secretaria post-hippie sexagenaria quedaba arrebatadora igual.
En esta foto la joya le es adecuada por angulosa y nerviosa, por rotunda y sinuosa. Y nos la acerca en forma de diosa en su mayor esplendor.Parece sacada de una primitiva y sofisticadísima civilización pre-romana. Parece ella misma forjada en acero y fuego.

Y es que Calder juraría la moldeó un poco.

Más joyas de A.Calder en el MET de Nueva York desde diciembre de este año hasta marzo del 2009

No son espejismos psicodélicos fruto de una mente enfebrecida. Ni el último muestrario de Pucci; ni siquiera representaciones furiosas y ácidas de un pintor de arte abstracto en pleno éxtasis del color…son imágenes microscópicas de compuestos químicos, productos farmacéuticos de lo más común; de los que todos tenemos lleno el botiquín.
Todo un arsenal de belleza cautivo en cada tubo de aspirinas, en cada gota de colirio, en cualquier jarabe para la tos.

El arte que con el que la naturaleza aliña la vida.

TYLENOL

Vitamina A

ALBUTEROL (ventolín)

AZITHROMYCIL

CAFEÍNA

Y nosotros sin saberlo…

Con nueve años yo quería ser bailarina clásica o como ella. No había más. Y llevar moto, y un "mono" de cuero negro, y unas botas altas también negras, y ser rebelde y moderna, y tocar la guitarra eléctrica y recoger todos los gatitos abandonados que me encontrara...

SUZI QUATRO "can the can"

Dejarse caer; dejarse llevar; simplemente flotar en el líquido embrionario de los sueños. Los propios.
Cuando los pies de la mente empiezan a mostrar signos evidentes de cansancio
y los ojos se duelen del polvo y las legañas secas que la memoria procura con creces….
retomar el viaje interestelar hacia ti mismo…

foto de NICHOLAS ROUTZEN

LA LLAMADA DE LA SELVA

Verán: yo odio hablar por teléfono.

Hubo un tiempo., lejano, Años "ha" , de los que apenas recuerdo el sabor caramelo de las dos horas hablando con el novio en lo lejano, el tam-tam del corazón y sus resortes enloquecidos cuando sonaba el artefacto, los cuchicheos pavoneándose en línea, un ristre de risas y confesiones solemnes al minuto, las amigas invisibles “todo oidos” bailando en el pabellón auditivo de una servidora tarde si tarde también …pero ahora, hace ya tiempo, NO.
Será que pocas personas son capaces de voltearme el alma con una llamada, aún intempestiva…lo previsible se sentó ya en mi butaca, se pasea a sus anchas y tiró por la ventana la sorpresa más lustrosa, esa que te hace saltar de un brinco y correr los cien metros lisos para descolgar el aparato…se acabó la infancia de los teléfonos que jugaban a médicos con tu corazón, riiiiing, ringggggg, alo?

Mis amigos lo saben y lo sufren. La llamada ya sólo da para citarnos, y tampoco deseo más. Ahora me atenaza la sensación de barata pérdida de tiempo y escaso contacto real, y siempre me pilla con el tinte puesto o volteando croquetas.

No. Es que ni al móvil.
Que odio hablar por teléfono.