
SHARON HARRISON




SINOPSIS: Jean-Claude Delsart, agente judicial de 50 años, está resignado desde hace mucho tiempo a una vida sin alicientes. Hasta que un día decide aprender a bailar el tango en una academia situada frente a su casa.
Jean claude (Patrick CHesnais) es un señorón con pereene cara de perro , sin el lustre siquiera de un esbozo de sonrisa , maneras ariscas y un corazón blindado a cualquier afecto. Sin embargo, un dia comete la felíz trasgresión de apuntarse a unas clases de baile, quizás para exprimir de la esperanza unas gotitas de audacia, de que algo bueno suceda ,en un limitado –pero que dará sus frutos- intento de abrir unos centímetros su cáscara infranqueable a la luz de los demás...
Y hete aquí que el destino juguetón le propone a François de compañera (delicada y pristína Anne Consigny) y a partir de ese crucial segundo, todo es ya un rodar acerado y eficaz de los mecanismos de un amor tan mudo como intenso; abrazados con distancia, bailando casi sin rozarse, no cruzando palabra alguna, sienten crecer entre ellos una pasión ineludible -silenciosa pero electrizante- sin casi mirarse, apenas de soslayo. Siguiendo el ritmo perezoso de un tango que se lamenta en connivencia , uno aprecia les invade una complicidad embriagadora, poco a poco y tan lentamente como un caramelo deshaciéndose en la boca, asi de moroso y dulcisimo,una clase tras otra, apremiando una sintonía mutua in-crescendo que entienden perfectamente ,el corazón al unisono, cada paso y movimiento del baile, una promesa cumplida que aspira a subir un peldaño más, como no...
Más tanta intensidad se verá truncada cuando Jean-Claude se entere de que ella está prometida hasta las cejas, rebulle en pleno preparativo de la boda, aunque ya sienta desfallecer el deseo de proseguir con los planes, y esto engendre unas desagradables consecuencias...desde que le conoció a él, por cierto .
Pero no teman, no les cuento el final, aunque les auguro se complaceran en el desenlace, que no será fatal, sino todo lo contrario.
Una delicia de película, mínima en acción pero muy rica en afectos.Y yo que me alegré de que el cuento acabara como lo hizo...
¿A que huelen las geishas?
¿Por qué van siempre en pandilla?
¿Esos mofletes son verdaderos?
¿Es de buena educación interesarse por las costumbres de una geisha?
Al fin y al cabo, sería como hacerlo por un dragón de Komodo, y para eso ya están los documentales del National Geographic.
¿Por qué tienen el blanco del ojo de color mantequilla?
¿Cómo se espabila una geisha?
Si las tocas ¿están frías o calientes?
¿Puede un niño jugar con una geisha?¿Está tipificado en el código penal?
¿Cierran los ojos cuando se duermen?
¿las geishas son papás?
¿Quién gana más dinero, una geisha o un lama?
¿A qué edad se desmaquillan? y cuando eso pasa, ¿mueren inmediatamente o aún viven un poco más?
POR MARIA VELA-ZANETTI, de su nuevo libro "Maneras de no hacer nada" ed. Trama.