nancicomansi

VUELVE DANIEL

Bienvenido. Con banderitas y serpentinas y vítores en el corazón!!!…

Menos mal que abandonó el desquiciado sueño de convertirse en zapatero remendón y ha vuelto (espero para quedarse) para habitar los nuestros…
…porqué, por si no lo sabían, al señor se le fue un mal día la pinza, tomó un billete para Venecia (sólo de ida…) y, contactando con el mejor maestro zapatero de la ciudad y tomándolo como "idem", se dispuso a empezar de cero en ese declinante oficio, que respeto, por cierto, pero que no, que no está hecho para tamaño actor…que desperdicio…no….

De rostro cincelado y ceñudo, sus rotundos y bellos rasgos, al menos en los filmes se confabulan como abrelatas para el corazón más resistente…nos mata con tanto magnetismo fluyendo bajo el ala de un sombrero de copa en "La edad de la inocencia”, y le recordamos furiosamente salvaje asaltando nuestra cordura en "EL último mohicano”; hasta en el papel de malo malasombra en ”gangsters de Nueva york” no escapa de esa tosquedad que enreda la cordura con tanta lujuria…Hmmm…esa nariz romana, torcida y adorable, y esa mandíbula angulosa de caballerete terco y empecinado…es un poco Montgotmery Clift pero ultra-desatado y mucho menos sutil, pero que caray…que vivan los hombres que hacen abrigar esperanzas de protección contra viento y marea, sólidos y pétreos, mimosos pero tampoco nos pasemos…
Aunque corren leyendas urbanas que me lo tildan (injustamente, seguro…) de ser un lunático incapaz de comprometerse, fluctuante en emociones, con el radio de acción tan amplio y descomplicado como el de un adolescente en celo, no se, no se…


Pero no supongamos nada respecto a su condición de persona honesta o "cabra loca", que más da, si es que no creo, estoy segura, de que al menos a mí no me caerá la breva de coincidir con él siquiera en un vuelo transatlántico, noo, que va, y alegrémonos infinito de que haya vuelto, ya está y por fin, aunque sea con una peli de intriga y pozos petrolíferos, "There will be blood" (Con premio, por cierto…)

Que más da…

Bienvenido, DANIEL.