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LOS CASTILLOS DE ERIK

Si es eso posible, mi admiración por usted, se incrementó sobremanera ayer noche. Un actor a un sombreo de copa pegado ( tenía que haber sido un sombrero de “hongo”, era del tipo que “incrustó, para siempre, en su cabeza para unas fotos eternas…) y cuatro violonchelistas, le rindieron gratísimos honores.; con parte de sus textos (extraídos de “cuaderno de un mamífero”) y una miniatura de concierto. Claro que la sala era una deliciosa “cajita de cerillas” ( VERSUS TEATRE) y una veintena de “gatos” los que estábamos allí….

Usted fue un tipo entrañable, yo me lo pedía como abuelo… aunque se ve que le daba el “tostón” sobremanera a la pintora Suzane Valadón…seguramente, atenta sólo a sus ocres, trementinas y pinceles de marta, odiaba sus “gimnopédies” (quizás por eso le dejó…). Es verdad que son remotas y reptilianas, que se desplazan por tanto y por el tiempo, como un dinosaurio viejo, pero eso, en pleno “Futurismo”, debió de ser delicioso…ese ritmo hipnótico y mecánico, leeeento… he de decir, que interpretados con violonchelo, resultan, paradójicamente, emotivos hasta la “llorera”

Usted fue un tipo excéntrico, que coleccionaba paraguas ( se le encontraron más de cien en su apartamento) y se alimentaba sólo , con las tártaletas de fruta que su vecina Moussán le subía a su “cuartucho”. Y vino, mucho vino de la campiña francesa, como no… Bohemio como era, dejo habitar por entre sus muebles y enseres, miles y miles de eficientes constructoras de telarañas, y el polvo cubría su estancia como un sutil velo oriental...o eso dijeron sus amigos, George Braque y Picasso cuando, unos meses después de fallecer (usted claro, ellos, de “espíritu”, no se sabe bien que hacían…) entraron en su apartamento.

Tan minimalista como era, adoraba la música de Stravinsky, colorín “chim-púm” fuegos de artificios chinos y música para ser bailada con frenesí…usted, que decía de la suya que ni siquiera debía ser “escuchada” ( tocó en la inauguración de una galería en París, y se enfadó mucho cuando la gente se sentó para oírle, usted quería que siguieran con sus cosas, hablando y comentando, como si nada…) . Este caso y su obsesión por que su música pasará desapercibida , le convirtieron en el precursor del “hilo musical” o música de ambiente…que “cuco” y listo era usted, Eric…

Fue papá de una música “espirálica-oriental”, “gótica-muda”, “medieval-cabaretera”, por que además, usted estuvo un tiempo casi viviendo en “le chat noir” un cabaret de París, y allí se apropió de las plumas y lentejuelas y los coloretes de las damas y “pintó” su música más divertida ( “Picadilli”) y frecuentó circos, y les escribió canciones saltimbanquis, y se volvió más si cabe bromista…dibujaba imaginarios castillos de metal y los insertaba en los periódicos, para venderlos…ay...Satie, Erik el loco del bombín y cien paraguas…yo siempre le amaré…

“EM DIC ERIK SATIE, COM TOTHOM” (“me llamo Eric Satie, como todo el mundo”) VERSUS TEATRE.