miércoles, octubre 18, 2006



C L A R k

Me cautivó desde el primer instante que le ví. Con esa mirada un poco asustada, mirada siempre nómada, absorta ahora tras unas gafas de pasta que supongo color caramelo; Tan niño "rockwell". Un calco humano , de compostura fingida pero digna, de alguna de las ilustraciones del maestro.
Estas dos fotos, tomadas en el fotomatón que se encuentra al lado de la gasolinera de los McDermont, las necesita el "pillastre" ( como me gusta esta palabra tan "demodé"....) por que su madre, Amanda, ha de mandarle a su abuela que vive en Colorado, una imagen actual del primogénito de casa.
Clark es el típico niño que asiste un poca a rastras, la verdad, todas las mañanas de domingo, a la congregación del pueblo. El reverendo John le requiere una atención demasiado ininterrumpida, una participación mucho más activa, y además, de la manera más cruel y desafortunada que imaginarse pueda el chiquillo: con unos pellizcos en los carrillos, hechos con tanta saña, que le dejan secuelas rojas durante unos minutos. Clark, como toda respuesta, baja la cabeza y patea una piedra gris plomo. Es su manera de sofocar un arrebato fuera de toda medida, de contestar silenciosamente con un gesto más airado que rabioso. Suerte que esta tarde va a cazar ranas con Ben y Fideas al estanque de Tia Molly. Llegarán después al porche cubiertos de barro, sudorosos y hambrientos, y ella les recibirá con la consabida tarta de arándanos, refrescos de naranja y una baraja de cartas. Allí mismo, sentados en las "desdentadas " escaleras ( le faltan piezas, como a la boca de su tia...) pero austeramnete pulcras , jugarán hasta bien entrada la noche, hasta que otro domingo, ahora borroso, cierre sus puertas a menores. Seguramente Clark, cuando haya crecido un poco más, combinará la tarea impuesta de cortar la hierba, los sábados por la mañana, con algún trabajo asequible en tiempo y esfuerzo ( optará por repartir periódicos en su bicicleta llena de pegatinas de colores, como si lo viera...). Asistirá después, maquinalmente y como es de precepto, a una escuela superior, no irá a la universidad ( aprenderá mecánica del motor en un taller del condado), para pasar a casrse, cuatro años más tarde, con la niña (para él siempre fué su "niña"...) más pecosa y preciosa de su calle. Tendrá cuatro hijos y celebrará convencido, cada año, el día de acción de gracias. Habrá sido un ciudadano ejemplar, cumplido unos pocos sueños de sencilla factura (montar un taller de coches en
New Jersey, criar unos hijos sanos, amar respetuosamente a su esposa...). Su hijo mayor, también llamado Clark como él, le admirará secretamente, pero nunca se lo dirá. Irá, una pegajosa mañana de agosto, hasta el fotomatón que se encuentra al lado de la gasolinera de los McDermont, para hacerse dos fotos en color. Las necesitará el pillastre, por que su madre Sondra, ha de mandarle a Amanda (su abuela), una imagen actual del primogénito de la casa. También es un niño "Rockwell". www.rockwellsite.com/default.asp

10 comentarios:

Isabel Barceló Chico dijo...

¿Una vida netamente americana? Quizá nosotros tengamos algo muy parecido aquí. Saludos cordiales desde el porche.

El detective amaestrado dijo...

Ese american way of life con tanto olor a palomitas...Por una absurda asociación de ideas recordé una de mis pelis favoritas "American graffiti"

Sofia dijo...

Cuando mencionan vida americana ¿a que se refieren?¿a la vida estadounidense? bueno, esque por aca del otro lado del charco americanos somos muchos,jaja, esto es muy gracioso...

nancicomansi dijo...

Yo me refiero pues a eso, a la más tópica postal de la America blanca, la de las pelis de los 40's y 50's, la que retrataba tan bien Norman Rockwell. Evidentemente es una imagen totalmente edulcorada, extenta de cualquier detalle sombrío, lo más parecido posible a lo que ahora llamamos "políticamente correcto"...pero quedándonos sólo en la parte "formal", para mí esas imagenes tienen en un encanto irresisitible y ya forman parte de la memoria colectiva del siglo XX.

Carla de La lá dijo...

las imagenes del sueño americano recreadas por Nabokov, Lo-li-ta tomando gaseosa con una bola de helado de fresa en la barra de un café...mmmm

El detective amaestrado dijo...

Oye, que guapetona en esa nueva foto...

nancicomansi dijo...

Ejem, gracias, es que en la otra me veia un poco "dudubiduuuu" ( ¿como era aquella canción un poco "tonta" que cantaba Marilyn...?, pues así...). Gracias, eh? y ya sé que en tu blog no hacen falta fotos ( que como un panal de rica miel nos atraes a todos como moscas sólo con tus palabras) pero no se, aunque sea de tu biblioteca estudio, con tus "fetiches", que me tienes muuuuuuy intrigada...

sulfur dijo...

Nancy, me ha gustado tu escrito. La descripción transmite el pesado vivir yanqui, claustrofóbico hasta el extremo, aunque se desarrolle en medio del desierto. Tópicos bien barajados.

Eres tan prolija que de visita a visita me paso media hora enganchado a tu blog; será que tienes mucho que contar.

sul.

nomesploraria dijo...

Siiiii!!!! El Norman Rocwel! El tenia completament oblidat! Ara mateix vaig a buscar el llibre de les portades del Washington Post

Raquel dijo...

Lo que da de sí una foto, jeje....
No es tan diferente de lo nuestro.