nancicomansi

YO SOY "LA TOÑI"

Cuando era una "mindundis" de medio metro, ya me encantaba dibujar. Me gustaba, sobre todo, representar niñas, o chicas, o mujeres, cuyo repertorio, en cuanto a vestimenta se refiere, era un poco limitado, todo hay que decirlo.La mayoría eran bailarinas, patinadoras, hadas, o reinas o princesas. La "sección" que en mi cabecita había de estas últimas, tenia a su vez dos modelos. A saber: la princesa con largas trenzas y "cucurucho" al reves en la "chorlitera" (te la tomo prestada, Faalinda...) , traje modelo "trapecio" bastante liso y sosito ( era el estilo "medieval", pero aún no lo sabia...) y el otro modelo, el que realmente me gustaba y con él que me recreaba, era el "Barroco -Rococó". O sea, las que dibujaba con faldas que parecian tartas de boda y unos miriñaques la mar de "reventones". Me fascinaban. Les añadía guirnaldas, flores, mariposas y el pelucón era hasta nido de "cursis" pajarillos. Les dejaba el cutis blanco, la boca era de "piñón" y nunca se me olvidaba pintarles un lunar en el pómulo en forma de corazón. Por lo tanto, y una vez hecha esta aclaración retrospectiva, volvamos al presente pero relacionándolo. Lo digo por que estoy impacientísima por ver la "Maria Antoniette" de S.Coppola. Eso que muchas críticas, sobre todo en Cannes, la "ponen a caldo". La tachan de superficial, de pasar por alto la realidad histórica que se escondia detrás de tanta pompa y boato. Le echan en cara esconder la miseria del pueblo francés de la época , cual polvo barrido, debajo de lujosísimas alfombras de Damasco; de "ahogar" los gritos indignados y hambrientos de las gentes con los graznidos de cisnes y aves exóticas que llenaban sus palacetes.; de presentarla como la primera "fashion-victim" de la historia y hacer pulular en demasía sus camaras sobre banquetes y bacanales...No sé, yo no me llamo a engaño. Creo que cada película ha de mirarse con un grado de adecuación apropiado, diferente y adecuado. Reconozco que iré a verla sobre todo por su éstetica y su música, o mejor, por la conjunción tan deliciosamente "friki" que Coppola hace con ambas. Seguramente no es nueva,esta asociación con opuestos tan contrastados, pero poner de fondo "The Clash" a las imágenes de una "emperifollada" corte del Versalles del XVIII, me la hace irresistible. Quiero ver esos merengues, esas "claras batidas" a punto de nieve hasta lo imposible que llevaban por pelucas, las aterciopeladas flores que abrochaban "capitas" y cerraban costuras, los hilos de oro que fruncian su sobrefaldas inmensas y los lazos con rubíes que "estrangulaban" las gargantas de las damas, sus broches que parecía pastelillos, con su cereza-joya incluida..Y todo este fastuosos mundo, con música "punk" y de los 80's de fondo....esta vez no me interesa la catadura moral de los protagonistas, y creo la pelicula se justifica sin tener que recurrir a valoraciones éticas. No minimizo el deplorable episodio de una Maria Antonieta instando a los pobres a comer pasteles careciendo del básico pan, por poner un ejemplo, sólo que ya lo conozco, y cuando quiera profundizar en este aspecto, miraré otra película ( que haberlas, haylas...). Ésta la saborearé como un platito de trufas, ¡Bon appetit!.