Y O T E N Í A D O S N A N C Y S. ... .
Yo tuve dos Nancys. Dos Nancys como dos soles. Decir primero que este "especímen" de muñeca no tiene ahora la misma (ni de lejos...) vigencia que en mi época de infancia, los 7O's. El porqué es de fácil deducción : su incorrección política. En medio de una maraña de muñecas "modelo sílfide", Nancy tiene barriguita y unos adorables mofletes. Además, asienta toda la planta del pie en el suelo, cuando las de ahora poseen unos piececitos perfectamente "en punta", prestos ya para el tacón. Nancy no proyecta, como lo hacen las Barbies o Bratz, en la pasarela de moda o el mundo de purpurina y lentejuelas del "Star sistem" a sus menudas poseedoras.Todas (o la mayoría, me atrevo) las Nancys del mundo eran las perfectas "hijas" de las niñas que las poseeian. Antes aún jugabamos a mamás...Y ahora paso ya a mi caso en particular. La primera, la de "batalla", la que bañaba, vestía, reñía y adoctrinaba, era una Nancy rubia. La hubiera preferido morena, pero por aquel entonces aún funcionaban más los estereotípos estéticos, así que escaseaban para mi pena, las de tipo "mediterraneo" ( aquello era el paraiso de las nórdicas más "avainilladas"...). La "customicé" (por quel entonces ni remota idea tenía de lo que era esto, sin embargo lo hice, aunque fuera mínimamente..). Considero las pecas un atributo casí excelso, así que le pinté unas cuantas . De color canela , con un rotulador carioca, y a la boca le proporcioné un pastoso brillo rosa ilusión con el pintauñas de mi madre. Nunca le llegué a cortar el pelo, pero sí se lo trenzaba con cintas de satén y le hacía recogidos tipo princesa "hindú. Como hija resultaba una "cabeza Loca", así que me dedicaba, todas las horas de patio de 5º, a cotillear del brazo de una amiga, como una madre maruja, inquieta por los devaneos de su hija mayor. Ni que decir tiene que me lo pasaba "pipa"...recuerdo aquello con la misma nostálgia con que añoro los "tigretones" y el "Kung-fú" del sábado por la noche...A Regina, que así se llamaba la Nancy rubia, se le fueron "adosando" cama, armario (con toda una ristra de colgadores de plastico azul) y hasta un "chiffonier" con seis cajones. Tenía braguitas, faldas "op-art" que le hacía yo con retales de mercadillo, "merceditas" de goma blancas, un chubasquero rojo pasión...aunque a mis brazos llegó un día de reyes vestida de "pintora bohemia"...fué un amor que añoro con locura por que, en plena adolescencia, y como signo supremo de mi entrada por la puerta grande a la "adultez", se la dejé en herencia a una prima mía más pequeña, con todos lo bártulos incluidos (que afortunada...). También , aunque durara casi menos que un "polo flash" a la puerta de un colegio, me regalarón una "fuera de serie" pelirroja. Era una Nancy "Mary popins" de colonial exotismo, un poco "lo que el viento se llevó", con una abullonada falda a rayas verde lima y blanco, polisón, enaguas, guantes de rejilla, tocado "indiano" y hasta sombrillita con espumosas puntillas. Puede que deis por sentado (sería lo razonable...) que tal maravilla se encuentra aún en mi posesión, a buen recaudo de polillas, polvo y las garras de mis gatos...La cruda verdad es que no. Tal tragedia fué fruto de un súbito impulso mío. Uno de aquellos místicos impulsos que propiciaban una educacón religiosa que inculcaba, sobre todas las cosas, una generosidad fuera de toda duda. Asi que se la regalé a una "gitanilla" que, a decir verdad, aún no sé como fué a parar a mi casa un dia de San Esteban ( sospecho que tenía algo que ver con una transitoria manía familiar de invitar, de cuando en cuando, a alguien necesitado...vamos, algo parecido al "siente un pobre en su mesa el día Navidad"). Al mostrarle mi habitación, y después de dejar resbalar sus avidos ojitos por libros, posters y peluches, su mirada se clavó subitamente en mi Nancy "estrella", la bella criolla pelirroja. No pude más que "ofrecersela" en tributo navideño, quien sabe con que muñecas sucias de plástico barato tenia que verselas, o si tenía acaso alguna...le supuse carencias...y yo aspiraba a ser merecedora del amor de Jesús Ntro Señor...y mi madre, enfrascada como estaba , por otro lado, en ser una auténtica "hippi buen rollo", no me disuadió ( llevar a esos extremos la condescendencia, la verdad...). Se mostró incluso feliz de mi decisión altruista, y la niña, anonadada y con la muñeca de los pelos, volvió a la mesa a por más turrón de chocolate. ¿Feliz final de pelicula de posguerra?. Puede ser. Sin embargo lo que daría ahora por tener conmigo una de las dos Nancys. Ni que fuera la rubia.....
16 comentarios:
Nunca te contaron la historia de los que teníamos hermanas y primas con nancys, como hurgábamos a escondidas en aquellos chiffoniers tan sesenteros...Y como tuvo que ver con nuestra iniciación a la vida cuando apareció un tal Lucas
¡ Es verdad, el tal Lucas! pobre, ni me acordaba de él. Era bastante parecido a ella, ¿no?, solo que con el pelo más corto.Un poco "moñas"...
Tienes razón y donde esté una Nancy que se quite cualquier Barbie, y no hablo de muñecas.
Me gusta navegar por tus añoranzas que comparto, cariocas, flash, tigretones. Circula por ahí un librillo con el sugerente título de "El día más féliz de mi vida fue cuando volcó el camión de los Phoskitos". En la misma onda.
Somos muchos los que te leemos aunque no siempre comentemos. Que no decaiga. Fuerte completo. Fuerte Comansi. Si es que hasta tu nick es por si solo una declaración de nostalgias.
Es que yo era (y soy) de PiniPons!
Gracias a tí también pazzos. Oye, lo de este librillo, ¿quien es el autor/a?. Bueno, igual en el Fnac, sólo con el título me lo pueden conseguir. ¡Ah! eres muy hábil, por cierto, respecto a mi nick. E se "Nanci" no es pasión compartida con las "protas" de telenovelas sudamericanas con "quedones" nombres anglosajones, no, sino que es pura y dura retro-recuperación de esa onda de la que tu hablas. Igual que el Comansi...besos.
"Te he descubierto",y además sin pistas..y yo solita...muy cerca del detectiveamaestrado.Te he pinchado(con mucho cariño),y me ha gustado leerte.
Ya que somos de la misma "quinta",gracias por recordarme aquellas amigas de la infancia que siempre nos acompañaban en todos nuestros momentos...y fueron muchos...
Enhorabuena por tu blogs.
la negra
pues gracias a tí también, negra. ¡Ah! y me alegra saber que no estoy sola en medio de tanta "juventud"...aunque yo, decidí "por dentro", quedarme en los 27, ni uno máS, ni uno menos...
rosa ilusión, rosa-ilusión, Rosa-Ilusión....
Que conmovedora vuelta a la niñez, se me enturbian los ojos, solo le ha faltado una banda sonora apropiada, con sus crujidos vinílicos para que se me desbordasen unos goterones por las mejillas. Ibertren, Cinexin, Juegos Reunidos Geyper, ¡suerte que aún nos queda el Scalectrix!
Este aluvión de comentarios espero que hayan despejado tus dudas de ayer, nanci...Cuanto nos gustas a muchos, hoy alguien hablaba conmigo por teléfono de lo bien que escribes y cuanto le gustaba...
¡glups! no se que decir...
hola!!! vengo de leer a detective, y aqui me tienes, me has cautivado con este post, QUE RECUERDOS!!! nunca olvidaré el armario de madera de mis muñecas, desapareció por arte de magia con los años, mi madre nunca supo darme referencias, que le vamos a hacer... mi hermana conserva la nancy galáctica, con traje plateado, pelo gris-verde, medallon mágico y ojos verde semáforo. Me ha gustado recordarlo. Gracias por este post. Volveré por aquí. Un beso.
¿QUEEEEEEE? que ha existido (bueno, existe, tu hermana, chica lista donde las haya, no como otras...) una Nancy galáctica? y yo que pensaba que lo "más" era una china, con Kimono y moño negro con cuatro "palitos" clavados en él. Felítala de mi parte. Por ser tan "suertuda" (¿de donde la sacaría quien se la regaló, de Marte?) a la par que que de una sensatez que le aplaudo... Oye, ¿sería posible una foto? es que me has dejado de pasta de boniato...besos.
me lo apunto...si tengo ocasión plasmo foto y te cuento, olvidé decirte que también soy scorpio, a punto de los 44 y para mi la edad es un mero cronómetro...te espero en mi casa!!!
Con la Nanci y los Madelman,la Transición fue mucho más llevadera,para los que ahora rondamos o pasamos los cuarenta.Ah...a mi todas las Nanci de mi hermana me parecían muy guapas,y cuando salía a la calle...sólo quería ver Nancis.Un saludo
La mía era castaña y aún la conservo, :) Tenía mejor pelo que la rubia, el de ésta era un poquillo estropajoso, jeje.
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