nancicomansi

CHEEEEEEEEEESE !!

Sólo hay otro "manjar" en el mundo que sería capaz de comer hasta, literalmente, estallar: el CHOCOLATE. Queso y chocolate. El "Ying" y el "yang" de los sabores. Sin medida, pausa, o cortapisas, me daría un "festín sin fin", si no fuera por que ejerzo un autocontrol bastante férreo con lo que a la comida se refiere. Odio las dietas, de todo tipo, pero como para mí la comida debe de tener alguna connotación "freudiana" que me suele tentar en grado sumo ( de tener que elegir adicción, lo tengo claro...), me bato en retirada ante representaciones de la misma demasiado "golosas" ( pastelerías, charcuterias "delicatessen", etc...). He "barruntado", sin embargo, una posibilidad ( muy hipotética y espero con todo el alma no se produzca jamás, por otro lado...), que sería la siguiente y, en la que el empacho, colesterol, y calorias de más, no tendrían ninguna importancia: que fuera una reina del medievo ( o renacimiento, la grecia clásica, de cuento de niños, que importa...) y debieran ajusticiarme. La causa no viene al caso, lo que sí es importante es que sería de obligado rigor preguntarme por mis preferencias en cuanto a la última cena se refiere y, como sería de alto, altísimo rango y me deberían aún pleitesía, tendrían que acatar presto mi solemne voluntad. Entonces, ejerciendo mi derecho y con firme voz ( a pesar de la situación, oyes, es que sería muy valiente...) diría:-" TRAÉDME LA TABLA DE QUESOS MÄS EXTENSA QUE PODAIS IMAGINAR ( kilométrica, a poder ser), si no , además de la mía, puede que mañana rueden también vuestras cabezas"- ¡Cómo se ufanarían en complacerme!. Después de un par de horas de recorrer posadas, caseríos, enviar mensajeros al extranjero ( si, lo harían en un par de horas...) en busca de los quesos más exóticos, remover tiendas y plazas, ante mis ojos los tendría. Ornamentarían con manteles de lino crudo , cubertería de plata y velas de colores, una gran mesa de grandes dimensiones, y allí colocarían con sumo gusto: CABRALES envueltos en hojas de arce, picante ROQUEFORT rodeado de uvas y pedacitos de manzana (¿sabíais que este queso ha de cortarse con un cuchillo caliente o una espècie de "guillotina", que oportuno esto último, no?), de mil láminas de PARMESANO, de QUESOS AZULES rociados con un poco de miel silvestre, un DANABLÚ en platito de porcelana china, cuencos con RICOTTA, tablas de madera de cerezo repletas con CHESTER, EMMENTAL, GOUDA, SULVISSO ITALIANO, FESTA con nueces, en fin, "la grand bouffe"!!. Quizás al ir a despertarme, mis verdugos, me descubrieran echada, con una sonrisa en los labios, "perladas" sus comisuras con miguitas de Cabrales.. Se darían cuenta entonces de que les acababa de ahorrar un "trabajo" sucio y feo ( matar a toda una reina...), y yo me habria ido al otro mundo, posiblemente, de una de las maneras más felices...