viernes, noviembre 12, 2010


VENDETTA

Si alguien me asegura no poseer ni una pizca de ánimo vengativo, simplemente no le creo. El deseo de venganza, aunque políticamente incorrectísimo y vergonzante, anida en menor o mayor cantidad en el fondo mismo de nuestros corazones; el deseo de venganza es un veneno de difícil disolución, aunque la mezclemos con el olvido o el perdón, se resiste a desaparecer del todo su amargo sabor inicial.
La mayoría de veces no llevamos a la práctica lo que nos pide el cuerpo y alma a gritos después de haber sido heridos, razonamos, quizás hasta sopesemos el alcance de nuestras intenciones y acabemos convenciéndonos de que resultaría peor el remedio que la enfermedad, pero no sentir nada, no percibir ni levemente, como nos carcome por dentro esa desazón...
Una vez leí no se donde una reflexión que se me clavó en el córtex y que jamás voy a olvidar ¿Cómo perdonar a los que NO nos piden perdón? -aclarar que hablamos de daños hechos a conciencia, con toda la saña, nada de errores involuntarios...-El sólo hecho de ver postrarse (metafóricamente, claro, hincar las rodillas de veras en el parquet es demasiado humillante) ante uno a quién nos hizo sufrir, ya mueve a querer pasar página, a admitir que a nosotros también se nos puede calentar la boca en un momento dado…o que, simplemente, también dejamos libre de cuando en cuando nuestro demonio particular …pero y si el agresor sigue en sus trece? ¿Y si se niega a reconocer el daño que ha causado y encima se regodea con ello? Entonces me parece hasta inhumano cerrar los ojos y olvidar. Simplemente, no me lo creo, repito.
Y no hablaría de entonces de la venganza mafiosa que carga armas y planea machacar al ofensor sin piedad alguna, pero hombre, algo así como un toque de justicia poética, que la vida misma con sus circunstancias corrija las diferencias, ponga orden o cuando menos de una lección de empatía al que va dando bandazos por ahí, eso si se agradece. Y tampoco me creo que nadie haya sentido en su corazón arder una llamita de satisfacción al comprobarlo.
P.D: hay una marca francesa de jeans que se llama "ON N'EST PAS DES ANGES" (no somos ángeles) y hubo -creo que desapareció- un perfume de Valentino con el nombre de VENDETTA.

9 comentarios:

Ra dijo...

Ou yeah.

David dijo...

Estoy de acuerdo con el post.
Procuras no amargarte o hacerte mala sangre con los, emplea la palabra descalificativa que prefieras, que te encuentras en la vida...Pero cuando encima ves que se salen con la suya y no tienen ni el más mínimo remordimiento ni piden ningún tipo de perdón sincero... es lógico que tengas ganas de que haya algún tipo de justicia poética. Tal vez debería buscar uno mismo más que la venganza la justicia frente a esas acciones... Pero acabamos por pasar.. En fin.. Por motivos que no vienen al caso... me ha gustado tu entrada.
Un saludo.

Mad Hatter dijo...

Efectivamente, se trata de un sentimiento totalmente humano que tratamos de reprimir porque lo consideramos vil y vergonzoso. Me llama la atención lo tremendamente cuidadosos y precavidos que somos en este asunto, incluso en tu post se nota una dosis bastante elevada de autocensura, sana, saludable y hasta elogiable, pero autocensura, al fin y al cabo.
Personalmente, aunque estoy en contra de toda violencia, en los casos "extremos" que comentas de hijos de puta redomados e irredentos, y para no hacer mala sangre (como bien dice David), a veces viene bien desahogarse y soltar adrenalina largando algún que otro guantazo. En ocasiones, después de una buena pelea la reconciliación resulta mucho más fácil y natural que si nos guardamos un frío y distante rencor, para hacernos putadas de forma sibilina.
En nuestra sociedad se tiene un pavor o pudor excesivo por el contacto físico. Lo ideal sería estar siempre repartiendo abrazos y besos, pero a veces también son necesarios algunos puñetazos y tortazos, son igualmente humanos ¿No? ¿O es que quizás he visto demasiadas películas del Oeste?

xnem dijo...

lllegó correo; muchas gracias!
me hizo mucha ilu.
Fantastico!

nancicomansi dijo...

RA: VALE! :-)

DAVID: Bueno...yo tengo claro que en según que circunstancias si que sería de "armas tomar"...es que tan "buenrollismo", tan "palntar la otra mejilla"...

MAD HATTER: SI...tienes toda la razón...nos la "cogemos de papel de fumar",y estoy tan de acuerdo con lo soltar algún que otro "tortazo" (ups, aunque sea "moral" y de palabra) que poner cara de poker y tragar bilis...¡¡¡eso si que no lo soporto!!!! ¡¡contra esa gente precisamente he escrito ese post!!! esos que van de estar por encima del bien y del mal, presumiendo de ser seres altamente racionales y no son más que unos cobardes que no saben que la vida es movimiento, lagrimas y risas, caer y levantarse...con "los sangre de horchata" es que no puedooooooo!!!

eSadElBlOg dijo...

yo pensando en determinados "cerdos", le ruego a San Martin. Delegasr se llama eso.

Nanci,parece que el blog se resiste y de vez enc cuando aparezco. Hoy he colgado un video que creo que te hará gracia.

un beso

Mad Hatter dijo...

¿Lo ves? Lo has vuelto a hacer, con ese pudoroso "ups". Nada, nada, Nanci, no te cortes mujer, algunos se merecen un tortazo con la mano bien abierta, de esos que dejan marca. Ya sabía yo que tu eres de las mías.
Besos desatados.

WODEHOUSE dijo...

La venganza es un plato que se sirve frío.

ALOMA69 dijo...

También he ido un poco más abajo, en la columna lateral: adoro a Lord Sebastian con su osito de peluche.

Qué época maravillosa de series míticas!

En cuanto a la venganza, WODEHOUSE me lo ha quitado de la boca (en este caso de los dedos).

Besazo!