nancicomansi

La CONSAGRACIón De La PRIMAVEra

Me siento en la cafetería dispuesta a visionar un ratito la punzante eclosión de una primavera precoz y epidérmica., plástica y comercial; En un centro ídem, la ocasión mezcla perfecto los distintos ritmos inherentes a cada edad y condición, y el festival que se ofrece a los cinco sentidos, puede resultar mejor que asistir al cine, mucho más real… así que fijo mi atención en unos skaters en el mismo proceso de regocijar hormonalmente a unas princesas maquilladas kabuki … sus bocas de vinilo trituran ositos de goma y espirales de regaliz, rondarán los quince años; se ríen a la vez, con feroz frenesí, de las piruetas altaneras que describen en el aire, los chicos más flacos y elásticos que jamás haya visto… ellas sorben además, con respingos coquetos, coca-colas y muchas miradas de envidia, autoproclamándose, sin lugar a dudas, las reinas-niñas del lugar…unos gorriones gordotes como bolas de billar, alimentados como están por los restos extremadamente calóricos de los “burguer”, picotean grasa en forma de migas de donuts, , lustrosos, disneyanos, ajenos a esa niña llena de lacitos que cierra los párpados y avanza como sonámbula ( yo también jugaba a cegueras…),los bracitos gitanos extendidos, llenos de pulseras de color sorbete (amarillo piña, rojo frambuesa y verde lima-limón…), insertada en un mundo secreto que sólo a ella pertenece, sorteando sillas de plástico muy gastadas y miradas complacidas, avanzando en su propio laberinto mental, princesa semidormida que su madre rapta ahora para endosarle un sorbito de zumo en tetra-brik…y decido que me gusta la chica de coleta minimalista y escueta, con periódico abierto en el regazo, la que barniza su escote a ese sol con atenuante criminal ,el liviano de la tarde que se apodera de todo; se la ve densa y a la vez ajena a todo, su aleteo de pestañas tan sutil distrayendo mi atención, para luego captarme la riada de bolsas con logos y tipografías mil veces ofrecidas en reclamo, bolsas estallantes, repletas de ilusiones en forma de falda o pantalón, perfumes o sandalias preciosas, transportadas con prisa por gente que atraviesa el día con la pertinaz seguridad del deber cumplido, con la pertenencia más afianzada en esa red de afectos y querencias que todo lo envuelve, y parece también poder comprarse…por que ,finalmente todos quieren ser amados, queridos, ellos, tú y yo, el amor es el fin y está en el aire, es primavera, sólo que el camino escogido para llegar a él quizás sea demasiado artificioso y dependiente de lo ajeno, a veces… tenemos tantísimos objetos que nos van devorando, por dentro y fuera, y a nosotros mismos tan poco, nos tenemos…
Pero dejo la filosofía (barata, por cierto…) y me dejo envolver por el llanto mocoso del niño rubio de la pataleta y muerdo una patata, que cruje junto al placer de sentirme preparada para deglutirlo todo con voracidad…soy la marciana que observa y es observada en el planeta de lo extrañamente cotidiano…y así soy aceptablemente feliz…