nancicomansi

FELLINI IN THE wall

A amigas así no las deja uno escapar. A amigas que tienen tras la puerta de entrada colgada la reproducción de la Ofelia” de Everett millais y a Fellini con látigo, en el comedor, no.
Cuando la conocí, el primer día de clase de Story board, ya la encontré genial. Yo tengo esta tendencia, ya sabéis, dotar del primer impacto de una veracidad casi, casi incuestionable. La mayoría de veces acierto...lo tengo que decir...y con ella acerté de lleno.
Su corte de pelo a lo garçón, falda evasèe combinada con zapatones de cordones bicolor y ese jersey con el color del gorrito de pinocho (un verde césped chillón) me lo estaban diciendo a gritos. Un poco, sólo un poco más tarde, su sonrisa entredicha y silencio afelpado en las clases, acompañado de una mirada color cobre siempre en tris de achinarse feliz, me atarearon en adorarla; En la máquina del café, durante el descanso, me frotaba en la nariz con su castellano bañado de italiano, palabras como almendras bañadas en chocolate, dulce, lentas, a trompicones, por que Kiara es Milanesa.. Y se vino a España con un Erasmus bajo el brazo, a estudiar ilustración, pero no prevío enamorarse y parir un niño extrañamente rubio, y eso también pasó. Casi en un abrir y cerrar de ojos.

Ya en espera del bebé, las anilinas se fueron volviendo extenuadas y ocres, ella que antes abusaba de rojo colorete y azules plastilina, tonos saltimbanquis, y dejó de pintar esos pájaros rechonchos con ojos como de muñeca rusa. Y ya no tomaba café y no abría para nada su monedero que era una ranita de fieltro que yo le regalé. Dejó de ir a clases, y cuando la iba a ver a su casa, me ofrecía té con su sonrisa hechiceramente dulce, pero ahora con un matíz más maquinal, sin brillo, y su mirada ya prefijaba llantos a borbotones…mientras, Yago gateaba a nuestro alrededor, desabrigado de la atención de su mamá, arrastrando un cochecito de madera con infinita y empática tristeza….del fregadero brotaban tazas y platos y la ducha goteaba cada dos suspiros de su dueña, el ritmo del deterioro del alma, los sueños echados a perder y la casa que acompaña el desmorone .Eso duró unos meses. Mientras Kiara se quebraba cada día un poco más.
Llamó a sus padres. Y se la llevaron junto al niño. Y un par de maletas troley. Canceló su amor aquí y nosotros la añoramos. Supongo que Italia la mantuvo secretamente esposada…
Pero quiero saber de ella y que me vuelva a pintar pájaros con ojos de muñeca. A una amiga así no se la olvida fácilmente.

No quiero olvidarla.