martes, septiembre 07, 2010


SIGUE, SIGUE SPUTNIK...




Me da que todo empezó con Sigourney y su Alien, que con ellos se materializó un punto de inflexión muy epatante en el cine, en lo que se refiere a la ciencia ficción facción astronáutica o viajes por entre las estrellas. Para empezar, en lo aparente y superficial, las naves espaciales dejaron de ser esas bomboneras tan bonitas y relucientes, generalmente blanco-nacarado, llenas por dentro de botoncitos sin mácula y pantallas con paisajes estelares bellísimos, como postales retro-pop de un futuro muy kitsch; algo así como un compendio de metacrilato y cristal, asepsia clínica perfumada en ambipur aroma bosque o marino, transparencia y buen rollo total. Pues resulta que con la suboficial Ellen Ripley y la compañía de una tripulación un poco gárrula, llegó el ambiente de cuartelillo, oscuro y pegajoso, lleno de tacos e improperios flotando por doquier, espantosas discusiones a veces por una sopa demasiada salada o un pinganillo mal colocado, por ejemplo, bobadas... alimentando todo ello un ambiente nada refinado, repito, destartalado; en la habitación del más pirado (la mayoría de veces con pañuelo bandana atado a la cabeza) , su maciza preferida en un póster de esos desplegables a todo color, y en las de todos, fotos de familiares abrazados entre ellos sonrientes hasta el paroxismo…y siguiendo con la ambientación, mesas ovaladas repletas de Mugs de café humeante y rollos y más rollos de mapas e informes en total desorden , y paredes de metal pesado con tornillos a la vista , un enrarecido aire industrial por el casi continuo uso de herramientas pesadas y atronadoras.
A juego, vestidos del primero al último tal que así: se impone el estilo camuflaje o soldado tipo marine, o sea, tendencia militar con sus medallas de identificación al cuello y todo, monos arrugados y anchotes, lo suficiente como para albergar señores y señoras la mayoría de veces de muy mala leche y/o preocupados al límite: siempre se les acaba agotando el oxígeno o el combustible del tipo que sea (nuclear, taquiones o haces de neutrínos parafinados).

"MOON"

"SOLARIS"

Siguiendo con la moda -que tiene su importancia- se les dice adiós a esos skijamas tan tónicos, prácticos y bi-color, un poco vergonzantes a la mirada ajena, pero estandarte de una cierta alegria por viajar a la velocidad de la luz sin despeinarse el flequillo ni arrugarse para nada. AH! Y en el grupete suele haber un negro, una o dos mujeres y algún anciano retirado que al final tiene la solución a todo.
También los argumentos viran a lo más fosco, más prosaicos y se tiñen de un realismo brutal (aunque surjan más adelante bichos como Alien o fantasmas de Marte, de Carpenter, y muy chula!!!), con rojizos tonos gore y valores militares y hasta sindicales, véase: salvar al compañero que misteriosamente ha acabado sólo y un poco majara en una base desconectada, o para amansar y poner orden entre los mineros en alguna luna de Júpiter, revueltos por problemas de salario bajo y casi nulo contacto con damas bípedas y de piel color carne, o sea, normalitas. Miseria dickensiana en los albores del siglo XXX.
Otra cosa a notar, curiosa por repetitiva y clónica, al menos que yo sepa en tres películas: la aparición estelar de algún niño y en algún momento, correteando por los pasillos de la nave en cuestión. La explicación del fenómeno suele ser paranormal o de índole parapsicológica, ya que por el momento no se le ha ocurrido a ningún guionista endosar a los astronautas-padres a su infantil prole en el trayecto intergaláctico. Vamos, que resultan ser proyecciones mentales en 3D de deseos subconscientes, fruto, La mayoría de veces, de un fuerte sentimiento de culpabilidad paterna por el supuesto abandono de del crio. Así ocurre en HORIZONTE FINAL, SOLARIS y hasta en MOON.
A mí, la verdad, las películas de ciencia ficción de este estilo, me fascinan desde la más psicodélica a la más poética, de cartón-piedra o conceptual…lo acepto todo, siempre y cuando en algún momento pueda verse por una ventanilla la imagen de la tierra como una bonita canica azul…

7 comentarios:

nomesploraria dijo...

Mai he passat tanta por en el cine com amb Alien. Recordo a la gent marxar de la sala després de la primera escena bèstia. Amb Solaris em vaig clapar, ho reconec. Potser tenia un mal dia.

ptonets

nancicomansi dijo...

EL SOLAris que sortía que srtía el Clooney????????
No per ell, no (NO m'agrada, em cau bé però no m'agrada...) però es que es una flipaaaaada!!!
Jo n em cansaría de veure-la!!!
petonets!!

nancicomansi dijo...

EI!!
A mi m'encaaaanta passar por...quan més, millor...

nomesploraria dijo...

NO, NO, la del rus, la primera.
A mi no m'agrada massa passar por que després per la nit somio

Mad Hatter dijo...

Muy acertada esa visión de las pelis actuales de ciencia ficción, Nanci. Aunque bajo ellas subyace algo que me parece triste aunque realista (¿Por qué estos dos conceptos están ligados con tanta frecuencia?), y es que hemos pasado de una visión brillante y esperanzadora del futuro, a un futuro oscuro y deprimente que, en cierta manera, supone un regreso al pasado o un retroceso en muchos aspectos de la vida, es decir, que ahora vemos el futuro más negro que antes... Lo dicho, triste pero realista.
Un beso de esperanza niquelada (yo es que soy muy antiguo).

nancicomansi dijo...

JA,ja,ja...AHHHHHHHHHHHH!! la primera deu ser un "tostonás" tipus comunista...

Jo dorm com un tronc...zzzzz...

MAD HATTER: Es verdad...la clave de ese cambio quizás sea la deseperanza actual; pasamos el 2000 y de coches voladores, sirvientes robóticos para tod el mundo y vacunas contra todo, nada de nada...

Garcias por el beso brilli-brilli...es más bonito!!!

xnem dijo...

ummmmh! veo actividad por aqui! ahora soy yo el que anda fuera de juego.