
SWEETCORN
A veces, cuando nos arrastramos más allá de nuestras posibilidades, sufrimos un frió inmenso con sabor a soledad…está bien calcularlas, con auto-exigencia y rigor, pero no ultrapasar siempre nuestra humana medida.vivir también es equivocarse, y no alcanzar, ni acceder siempre al primer premio; Aceptar que nos sobra y que andamos escasos de “tal” , que al puzzle le faltan piezas y puede que quizás, jamás lo terminemos…y eso no consiste en una estafa…necesitamos una ductilidad que nos sepa a maravilla diaria, esto no ha de tratarse del eterno examen que tengamos que pasar con nota, el eterno y mortal momento en que la decisión resulte inefable a la primera…personalmente me doy treguas, e incluso bajo un poco el listón, como quién se regala promesas de futuros mucho mejores, y hago apología de los días indolentes en que necesitamos sólo pasar páginas, , dormir, o mirar cara a cara, con benevolencia, nuestro último estropicio, que tampoco se va a acabar por ello el mundo…
Si es que éste va a seguir, con sus más y sus menos…con los relojes, las charlas en el salón, los besos recién horneados y las camisas mal planchadas…
La ilustración es de Coby Whitmoore