EMPIRISMO GALANTE

VIZCONDE DE VICHYSOISSE: Nadie os ama como lo hago yo…
CONDESA DE LA CHOUFLEUR ROSÉE: ¿Cómo lo sabéis? ¿Es más importante para vos o para mí? ¿Hasta cuando me amareis de este modo? ¿Variará su intensidad con el tiempo? ¿Cómo puedo estar segura de que no me engañáis? ¿Y si me lo creo y luego vos me abandonáis? ¿Qué haría yo rota del dolor y desconsolada? ¿Quién acudiría a mi para mostrarme su afecto?...
¿señor?
Ni que decir tiene que el Vizconde de Vichysoisse está completamente abducido por la belleza de la joven condesa, apenas oye un murmullo de trinos de gorriones juguetones en lugar de sus palabras…su atención está absolutamente fija en su escote de paloma gorgojeante, ceñida en rojo tafetán esa palidísima piel de nácar, remarcadas convenientemente las azules venas para simular aún más su transparencia epidérmica, y en su respirar sinuoso, y en ese abrir y cerrar de pétalos rosados que tiene por labios…y en ese lunar endiabladamente sugerente, en forma de corazón, claro está, que tiene pintado cerca de la comisura de ellos….
CONDESA DE LA CHOUFLEUR ROSÉE: ¿ Señor? Veo que habéis estado meditando convenientemente sobre todo lo dicho por mi… ¿.seréis entonces mañana capaz de responderme a todas las interpelaciones que tan suscintamente os he formulado?
VIZCONDE DE VICHYSOISSE: Ehhh…oh...bien...desde luego que sí…mañana entonces a la misma hora, si tenéis a bien…cuando hayan tocado en la torre las mismísimas cinco campanadas, a la salida de la misa que ímpartirá el abad de LA ROCAILLE, aquí con vos estaré y a todas y a cada una de vuestras cuestiones, contestación os daré…
CONDESA DE LA CHOUFLEUR ROSÉE: Ah! Por cierto, no olvidéis traer una bandeja con las deliciosas pastitas de hojaldre de la señora SONAILLE…las tomaremos con chocolate muy, pero que muy azucarado…Aurrevoir, mi señor...
VIZCONDE DE VICHYSOISSE: beso sus excelsas manos, señora condesa de LA CHOUFLEUR ROSÉE…hasta mañana, pues…