
Hacerme los ojos de nieve; isla tenebrosa , abrupta, y desconectada...yo que deseaba amanecer en sus pupilas, tendré que aprender a volar con la exactitud del tiempo, y resignarme a ser sólo un recuerdo, abreviado, en el infinito....
Del dudoso honor de comerciar con mentiras; Hacer de ellas elástica moneda de cambio diario…no saber ya si son cascarón necesario para elucubrar verdades imposibles de aceptar…o un azote contundente a lo evidente…doble faz para una mentira reversible…eso quisieran todos los mentirosos del mundo, que somos todos…
Articularse a través de ellas, llevarlas acompañando el día a día como quién lleva su pan a la boca…
Más hay veces que uno quisiera escupirlo asqueado…
mentiras, mentiras, mentiras…
La ilustración es de SAUL TEPPER
La gota que no cae, y no acaba de colmar el vaso; el beso ígneo apagado con furia como un cigarrillo, mis piernas cruzadas en son de guerra y el olor de esa tarde portátil que ya siempre me acompaña, y me empaña, y que atroz me regala barata a una desidia que se instala en la cocina, o se vuelve lista de la compra, o ticket del parking…siempre, siempre hacia lo más efímero y cotidiano…
Quisiera huir hacia el mapa de lo excelso, sin rebordes carcomidos y lamidos por el tiempo…siempre nuevo ese amor en función de nuestro humor, y hacerlo eterno…
Eso quisiera, eso quiero...